El problema de fondo sin resolver. Otra vez inundaciones, otra vez sin las obras del Plan Maestro, otra vez la desesperación
Dicen que el intendente los mandó a rezar, pero igual llovió. Casares hace años que está condenado a quedarse con el agua de varios partidos vecinos aguas arriba. Pero de eso no se habla. Se hacen los boludos lo que deberían estar gritando por soluciones definitivas.

“Desde hace más de dos meses que los productores, peones, profesionales y trabajadores del sur de Carlos Casares no pueden vivir con normalidad. Desde aquellas primeras lluvias otoñales, no recuperan su red de caminos y, encima, el vínculo con las autoridades es prácticamente nulo”. Publicaron los medios nacionales luego de la pueblada de los productores en la plaza y en el hall del palacio municipal.
Lo que sucedió este fin de semana, con lluvias y tormentas en gran parte del interior productivo, demuestra que el clima y la naturaleza están muy por encima de los anhelos de cada uno. Por eso la frase “recen para que no llueva”, es lo mejor que se le puede ocurrir a un intendente que conoce como nadie el problema de la falta de obras de envergadura para que el agua no siga estancándose en el sur de nuestro partido.

La desesperación del intendente Daniel Stadnick por aunque mas no sea conservar los caminos principales está a la vista. Pero la leche ya está derramada otra vez y vuelve a castigar a los mismos productores de siempre. El agua entra a Casares en forma legal, por arriba y por abajo, y en forma clandestina por canales que nunca lograron cerrarse. Siempre entra más de lo que nos llueve.
Es decir, queda claro que Dios no va a arreglar lo que no hagan los funcionarios de turno.
Toman cartas en el asunto
“La situación cada vez se agrava más”, aseguró a Bichos de Campo Matías Santa María, un productor lechero de Ordoqui que, en medio del conflicto que mantienen los chacareros con el municipio, ha elegido ser parte de los que toman cartas en el asunto.
Entre febrero y abril, estima Santa María, “llovió el 80% de lo que debería llover en el año”, cuyo promedio es de unos 900 milímetros aproximadamente
Se pierde mucho dinero
Así como él, hay muchos otros productores que hace 70 días están a media máquina, literal. Para Matías, no contar con caminos rurales, todos inundados hace semanas, implica perder dinero a diario y resignar un 40% de su producción de leche. Es que el tambo en el que tiene 800 vacas hoy produce unos 16.000 litros diarios, lejos de los 26.000 que debería dar.

“Hace dos meses que no podemos usar camiones. Sacamos la leche con tractor y acoplado”, afirmó el joven productor, que se ve a sus 36 años luchando por lo mismo que lo hacía su padre hace décadas.
Cansados de esperar respuestas, que parece que no van a llegar solas, muchos han decidido hacerse oír. Es más por instinto de supervivencia que otra cosa, porque el mismo Matías, que no participa de entidades agropecuarias, ni integra partidos políticos, reconoce que no le gusta la exposición pero que es la única forma de que alguien les preste atención.
El problema es que el tiempo pasa y las lluvias siguen complicando la situación.

En otros partidos vecinos también
No es de extrañarse si se ven tantas similitudes con lo que pasa en localidades vecinas, como 9 de Julio y Bolívar, porque de hecho ha habido una especie de “efecto contagio” por el hartazgo de los productores ante tanta desidia. Parte de las estrategias de los sectores oficialistas ha sido tildar a estas “insurrecciones” como movimientos partidarios, una acusación sin mucho sustento si se tiene en cuenta que de hecho a las localidades las gobiernan signos políticos diferentes.
“Esto no es político, somos productores que queremos soluciones”, aseguró el productor lechero.
“En los últimos 4 años esto pasó 3 veces. Es un patrón”, ilustró Santa María, que es oriundo de Bolívar aunque trabaje en Ordoqui, y por ende tiene un panorama muy completo de lo mucho que ha sufrido esa zona por la falta de respuesta estatal. Lo más paradójico es que justamente ellos son los que pagan una de las tasas viales más caras de la provincia.