19 de enero de 2025

Se despisto en Chivilcoy el auto en que viajaba el ex intendente Lucho Seraci

La lluvia torrencial y las condiciones climáticas desfavorables añadieron una capa de desafío a la situación, pero la fortuna estaba del lado de los viajeros

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En una mañana marcada por la lluvia y la neblina, la Ruta Nacional 5 se convirtió en el escenario de un encuentro con el destino para dos residentes de Carlos Casares. En el interior de un Toyota Etios, patente AA800MI, navegaban Tobías Seraci Zallocco, de 19 años, y su padre, Luis Alberto «Lucho» Seraci, de 57 años, ambos con destino desconocido pero con el propósito compartido de llegar a salvo a su destino.

Sin embargo, la fragilidad de la vida y la imprevisibilidad del camino se manifestaron de manera abrupta cuando el vehículo perdió el control en la rotonda de la intersección con la ruta Provincial 51 en Chivilcoy, y terminó colisionando contra una columna de alumbrado en el cantero central. La lluvia torrencial y las condiciones climáticas desfavorables añadieron una capa de desafío a la situación, pero la fortuna estaba del lado de los viajeros.

Lo que podría haber sido una tragedia se transformó en un testimonio de resiliencia y gratitud, ya que, milagrosamente, ambos ocupantes del vehículo resultaron ilesos. En medio del caos y la confusión, la voz de la comunidad resonó con alivio al enterarse de que no hubo lesiones de consideración.

Sin embargo, más allá del aspecto fortuito del incidente, la presencia de Luis «Lucho» Seraci, ex intendente de Carlos Casares, junto a su hijo Tobías, no pasa desapercibida. Su acompañamiento en un día lluvioso, en una ruta tan transitada y con condiciones climáticas desafiantes, resalta el valor del vínculo familiar y el apoyo incondicional en momentos de crisis.

Aunque las circunstancias que llevaron al accidente aún están bajo investigación, lo que queda claro es que la determinación de seguir adelante, incluso en medio de la adversidad, es una cualidad que define a esta familia casarense. La vida, a veces caprichosa y sorprendente, les ha otorgado una segunda oportunidad, recordándoles la importancia de valorar cada momento y de apreciar el regalo de la vida misma.